Chile debutó con un triunfo y volvió a ganar en un Mundial tras 48 años
De la mano de Marcelo Bielsa, más ídolo que nunca, consiguió los primeros tres puntos por el gol del delantero Beausejour. Fue claro dominador, se mostró ambicioso y casi nunca fue inquietado por su rival.
La locura chilena por el equipo de Marcelo Bielsa, puede decirse, se extiende día a día. Hoy, el seleccionado del Loco debutó en Sudáfrica con una merecida victoria por 1-0 ante Honduras, con gol de Beausejour, y también consiguió cortar una sequía que cargaban las selecciones anteriores: ganar nuevamente en un Mundial tras 48 años. La última vez había sido en la Copa del Mundo del 62, 1-0 ante Yugoslavia.
El partido se analiza desde el punto de vista de la ambición. Chile fue el que más buscó, el que intentó pararse en campo ajeno, el que proyectó a sus laterales y el que trató de tener siempre la posesión de la pelota. Y eso que tuvo que cambiar el esquema (dejó el 3-4-3 para pasar al 4-4-2) por la lesión de Suazo, que hoy estuvo en el banco.
Pudo haberse puesto en ventaja a los 2' del primer tiempo luego de un gran tiro libre de Matías Fernández y, minutos más tarde, por un buen cabezazo de Arturo Vidal, que se fue alto. Pero la apertura llegó a falta de 10 para el final de la primera parte. Del medio para arriba, el equipo de Bielsa enarboló un buen circuito, proyectó al lateral Mauricio Isla y éste la metió al medio para la entrada de Beausejour, el punta del América, que la empujó en medio de rebotes con un defensor.
La diferencia no cambió mucho los planes. Es decir, ni Honduras arriesgó más, ni Chile dejó de llevar las riendas del encuentro. Pudo haberlo liquidado por medio de una jugada de Alexis Sánchez, el mejor de la cancha, que la cruzó mal; o por otra que tuvo el central Waldo Ponce, que increíblemente cabeceó, dentro del área chica, al cuerpo del arquero. A pesar de no poder bajarle la persiana al partido, los chilenos no sufrieron. Los de Reinaldo Rueda apenas probaron desde afuera en un par de oportunidades.
De la mano de Marcelo Bielsa, más ídolo que nunca, consiguió los primeros tres puntos por el gol del delantero Beausejour. Fue claro dominador, se mostró ambicioso y casi nunca fue inquietado por su rival.
La locura chilena por el equipo de Marcelo Bielsa, puede decirse, se extiende día a día. Hoy, el seleccionado del Loco debutó en Sudáfrica con una merecida victoria por 1-0 ante Honduras, con gol de Beausejour, y también consiguió cortar una sequía que cargaban las selecciones anteriores: ganar nuevamente en un Mundial tras 48 años. La última vez había sido en la Copa del Mundo del 62, 1-0 ante Yugoslavia.
El partido se analiza desde el punto de vista de la ambición. Chile fue el que más buscó, el que intentó pararse en campo ajeno, el que proyectó a sus laterales y el que trató de tener siempre la posesión de la pelota. Y eso que tuvo que cambiar el esquema (dejó el 3-4-3 para pasar al 4-4-2) por la lesión de Suazo, que hoy estuvo en el banco.
Pudo haberse puesto en ventaja a los 2' del primer tiempo luego de un gran tiro libre de Matías Fernández y, minutos más tarde, por un buen cabezazo de Arturo Vidal, que se fue alto. Pero la apertura llegó a falta de 10 para el final de la primera parte. Del medio para arriba, el equipo de Bielsa enarboló un buen circuito, proyectó al lateral Mauricio Isla y éste la metió al medio para la entrada de Beausejour, el punta del América, que la empujó en medio de rebotes con un defensor.
La diferencia no cambió mucho los planes. Es decir, ni Honduras arriesgó más, ni Chile dejó de llevar las riendas del encuentro. Pudo haberlo liquidado por medio de una jugada de Alexis Sánchez, el mejor de la cancha, que la cruzó mal; o por otra que tuvo el central Waldo Ponce, que increíblemente cabeceó, dentro del área chica, al cuerpo del arquero. A pesar de no poder bajarle la persiana al partido, los chilenos no sufrieron. Los de Reinaldo Rueda apenas probaron desde afuera en un par de oportunidades.
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